martes, 10 de septiembre de 2013

Como prevenir la tendinitis en los músicos


viernes, 30 de agosto de 2013


TENDINITIS EN MÚSICOS. ¿CÓMO PREVENIRLA?


Por Ft. Sandra Romo



La gran mayoría de mis consultas es debido precisamente a tendinitis. Me gusta explicarle a mis Pacientes que de nada sirve tratar sólo un síntoma, por lo que es muy importante que de manera sencilla conozcan cuál es su causa. Y en Músicos, tenemos dos principalmente.

Debemos saber que los tendones son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos. Los músculos tienen la capacidad de contraerse y relajarse, y a su vez los tendones son los responsables de transmitir la fuerza desde el músculo hasta el hueso para lograr el movimiento. 


Sin embargo, cuando hay un sobreuso de la musculatura, falta de calentamiento y estiramiento, así como de descansos adecuados o excesiva tensión durante la ejecución musical, los músculos pierden la capacidad de relajarse (expandirse) en su totalidad, y por lo tanto los tendones acumulan tensión, produciendo micro traumas (micro heridas) con la consecuente INFLAMACIÓN, llamada tendinitis (en inglés tendonitis). Y esta es una causa.  La otra causa es por el exceso de tono muscular al tocar, al apretar de más los tendones literalmente rozan entre sí, causando también microtrauma.




Por no ser de origen traumático, si no más bien repetitivo, la inflamación en Músicos es microscópica. Su principal manifestación es el dolor. Ya que la fatiga muscular, es la antesala de la tendinitis, los músicos que estudian bajo la primicia  “no pain, no gain” (sin dolor, no hay ganancia) pueden estar en mayor riesgo de padecerla.



                                    (si abarca a la vaina, se le llama tenosinovitis)




En músicos los tendones más propensos a inflamarse son los de los flexores y extensores de los dedos (que están en el antebrazo muy cerca de los codos), también los tendones del pulgar y de la muñeca, el tendón tricipital y el tendón de aquiles en bateristas.


                                  



Aquí unos consejos para evitarla:

  • ·       Una práctica musical sin riesgos y saludable incluso para el mismo cerebro, deberá tener descansos adecuados; recomiendo 45 minutos de práctica por 15 minutos de descanso, o 1 hora de práctica por 30 minutos de descanso, así varias veces al día.
  • ·       Resulta benéfico administrar inteligentemente el tiempo de estudios y ensayos.  Es mejor ser constante y practicar seis días de la semana que “descansar” unos días y cargar los demás, sobre todo si se prepara para un concierto, examen o recital.
  • ·       Si además se practica un deporte, es importante dejar descansar al cuerpo por lo menos dos horas antes de la práctica con el instrumento.
  •        Los cambios bruscos de instrumento, repertorio o técnica, aumentan las exigencias físicas y con ello la tensión muscular, poniendo en riesgo principalmente a los tendones. El cuerpo y sus finos movimientos durante la interpretación, requerirán siempre de un periodo de adaptabilidad. Introdúcelos poco a poco y no bruscamente.
  •       Ten una alimentación balanceada y rica en vitamina C (presente sobre todo en cítricos) ya que ayuda a la formación del colágeno, proteína esencial que constituye los tendones.
  •       Una adecuada hidratación durante ensayos y presentaciones, sobre todo en climas calurosos, es fundamental para evitar la pérdida de minerales y agua, y por ende la fatiga muscular.
  •       Si ya hay dolor, evita hacer estiramientos, eso puede empeorar una tendinitis en fase agua (que inicia).  Mejor evita tocar y atiéndelo antes de que se haga más grave.
  •       Realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento previos para preparar a los grupos musculares involucrados. Después de tocar, realiza estiramientos suaves sin producir dolor pues ayudarán a que tus músculos se recuperen y tus tendones no acumulen tensión. Puedes ver una rutina de ejercicios recomendados especialmente para músicos en el siguiente link:  http://www.youtube.com/watch?v=kvqsVu2RBlE

El dolor es un síntoma e indica que algo no está bien.  Nuestro cuerpo es sabio y nos avisa. ¿Qué tan capaces somos de escucharlo y atender a su llamado?.   

Y a propósito ....

¿Mito o realidad?: Después de tocar lavarse las manos con agua fría, hace daño

¡ES MITO!
Puede ser que el mito haya comenzado con las abuelitas que después de cierta actividad como planchar, se lavaban con agua fría las manos, y les dolía, porque ese contraste (calor-frio) es doloroso y si más adelante les venía una enfermedad como la artritis reumatoide, lo asociaban al dolor que experimentaron, echándole la culpa al frío. Lo cierto es que la terapia de contraste sirve para tratar la artritis reumatoide, para etapas subagudas de afecciones, entre ellas, la tendinitis y es muy importante que sepan que incluso es beneficioso aplicar frío después de tocar si hubo mucha fatiga muscular o dolor ya que evita la inflamación. Algunos pacientes pueden constatarlo.