La principal preocupación de un músico es conseguir alcanzar la perfección a la hora de tocar, sobre todo si uno se dedica de manera profesional a ello. Al practicar con un instrumento, se cuida mucho que el sonido sea el correcto, pero la mayoría de veces la postura correcta de nuestro cuerpo es la gran olvidada. Por ello es necesario conocer como debemos situarnos a la hora de practicar música, si hay algún ejercicio que debemos practicar y saber respirar de forma adecuada.
Nos vamos a centrar, sobre todo, en aquellas posturas más habituales al tocar un instrumento que pueden ser muy perjudiciales y en los efectos negativos que a los que pueden dar lugar.
- ESTAR DE PUNTILLAS. Poner todo el peso de cuerpo sobre los dedos de los pies, puede provocar un acortamiento de los músculos que se encuentran ubicados en la parte trasera de las piernas y los muslos. No sólo eso, sino que es más difícil la circulación de la sangre. Por otro lado, se produce una tensióninnecesaria de todas las articulaciones desde el pie hasta la zona lumbar.
- SENTARSE CON LAS CADERA POR DEBAJO DE LAS RODILLAS. Al colocarse así, se obliga al área lumbar a hacer desaparecer su curva habitual, además de presionar demasiado las caderas y la zona superior del abdomen. De esta forma, se acorta un músculo llamado psoas iliaco, que permite flexionar la cadera.
- REPARTIR MAL EL PESO AL SENTARSE. La forma correcta sería repartiendo el peso de forma equitativa en los huesos llamados isquiones (se encuentran al final de la pelvis). Si nos colocamos ladeados, con más peso sobre un lado que en el otro vamos a obligar a los músculos de nuestro cuerpo a adaptarse a esa posición, lo que ocurrirá es que la musculatura se acortará o alargará según las necesidades y se quedará así.
- REPARTIR EL PESO AL ESTAR DE PIE. Si por el contrario, ensayas de pie, el reparto del peso es igual de importante que al estar sentados. Por ello, procura apoyar bien los pies y que se divida de manera similar entre ambos.
- ESTAR SENTADOS CON LA PELVIS EN ANTEVERSIÓN. Es decir, colocar la pelvis adelantada y obligando a la zona lumbar a curvarse hacia fuera. Eso es sentarse en anteversión.
- TOCAR CON LOS HOMBROS SUBIDOS. Normalmente se realiza como un acto inconsciente e incontrolable. Al posicionarnos de esta forma, sobre todo si lo hacemos durante horas, estamos forzando los músculos como el trapecio superior o la escápula que se encuentran en hombros, cabeza y cuello.Acabaremos con la espalda llena de lo que conocemos como nudos o contracturas que darán lugar a que se endurezcan esas partes del cuerpo.
- SACAR ALAS. Seguro que te has fijado en otros músicos que parece que tengan alas en la espalda a la altura del omóplato, esto es porque colocan los hombros mal. Lo aconsejable es tocar el instrumento situando las escápulas atrás y abajo, para que estén en su lugar y para que todos los músculos de la espalda (serrato, romboides, trapecio medio e inferior) puedan hacer fuerza. Además, tus hombros y tu cuello tendrán más libertad de movimiento.
- CABEZA ADELANTADA. Debes tener en cuenta que la cabeza debe estar en línea recta con la espalday, que por lo tanto, debe ser el instrumento el que se acerque a ti y no tú el que debas ir a buscarlo para tocar. Al hacer esto último además de acortar los músculos de la cadera anterior, estás presionando de nuevo el diafragma, por lo que tendrás dificultad para respirar bien. También obligarás a trabajar demasiado a los músculos escalenos (que están en el cuello) y se tensará la parte posterior. Una solución es trabajar los músculos de la espalda para que estén fortalecidos.
- EL ATRIL DEBE ESTAR A LA ALTURA DE LOS OJOS. Ni más alto, ni más bajo, sino a la misma altura y centrado. Al colocarlo correctamente, no tendrás que forzar el cuello para agacharte o levantar la cabeza. Te evitarás tanto dolor de cuello como de espalda.
- NO CRUCES LAS PIERNAS. Una postura muy típica en los guitarristas. Si cruzas las piernas, lo que estás haciendo es, por un lado, crearte problemas de circulación y, por otro, una curva antinatural en la espalda, que cuando se empieza desde muy joven a tocar (entre 11 y los 15) pueden dar lugar a desviaciones en la columna vertebral. Para evitarlo, te recomendamos que utilices soportes de los llamados “gitano” o “ergoplay”.