INTRODUCCION
Al igual que las cuerdas vocales vibran al hablar
o al cantar y generan el sonido de la voz, cuando tocamos el saxofón, la que
vibra es la caña y genera su sonido. Pero se nos plantean las siguientes
cuestiones: ¿Se pueden ajustar las cañas? ¿Cómo se retocan?, a simple vista
¿cuáles pueden servir? ¿cómo su conservan mejor?, etc... a todas estas
cuestiones vamos a intentar contestar.
Siete milésimas de pulgada (0,02 mm.) o menos es
aproximadamente el espesor de la punta de la caña de un saxofón y cada nota que
tocas, desde los acentos más fieros hasta los susurros más cálidos, se producen
en esa delgado pieza vibrante que es la
caña.
1.-
DESCRIPCION DE LAS CAÑAS
Tubos y
pulpa
Toda caña, vista con lupa, consiste en innumerables tubos
o fibras huecas aglutinadas con una sustancia intermedia: la pulpa.
Cuanto más tiempo tocas con una caña más blanda se
pone la pulpa y menos elásticas se vuelven las fibras, hasta que ya no hacen lo
que tenían que hacer. Si cuidas bien una caña pude durar dos o más meses, pero
tarde o temprano pasará a mejor vida.
La fuerza
en números
Hasy cañas blandas y duras, clasificadas con
números. La mayoría de las márcas van del 1 al 5, de medio en medio punto. Una
caña o lengüeta del nº 2 no es más delgada que una del nº 4 de la misma marca y
serie, sino que que está hecha de un trozo de caña más blando. Las cañas
blandas duran menos.
Las duras dan un sonido mayor, más compacto y pleno,
pero necesitan de un buen control de la respiración y una embocadura bien
desarrollada.
Las blandas responden con más facilidad y se puede
tocar muy suavemente con ellas.
Por otra parte, dan un sonido ligeramente más
delgado y la afinación puede ser más difícil.
La mayor parte de los principiantes encuentran que
es útil empezar con una caña blanda, pero casi todos terminan cambiando a una
más dura.
Los
números son relativos
Igual que con las boquillas, hay tablas que te
ayudan a comparar las distintas marcas. Por ejemplo, una caña del 2 y ½ de una
marca puede ser más dura que una del 3 de otra, y hay variaciones parecidas
entre las distintas series de la misma marca. Además, como la caña es un
material natural, siempre habrá pequeñas diferencias entre caña “idénticas”.
Tu
boquilla
Las boquillas con apertura pequeña necesitan cañas
más duras. Si la caña es muy blanda, se cerrará y no responderá en absoluto.
Por el contrario, una boquilla con gran apertura tocará con más facilidad con
una caña blanda.
Normalmente, una buena opción para los principiantes
es una caña mediana, como 2 ó 2 y ½, en una boquilla con una apertura
media-pequeña.
Corte
francés y americano.
Puede que te encuentres con los términos corte
francés o caña francesa, y corte americano o caña
americana (french cut y american cut).
La caña francesa, utilizada sobre todo por los
músicos clásicos, tiene la punta más delgada y es un poco más gruesa en la zona
del corazón. La caña de corte americano tiene la punta un poco más gruesa y
menos corazón, y produce un sonido más espeso y mejor dirigido. En cualquier
caso, no hay modelo bien definido para ninguna de las dos.
Limado
francés
Para “confundir” un poco más también existe el limado
francés. Este acabado es bastante diferente como se ve en los dibujos de
abajo. En las cañas con limado francés, se ha rebajado mediante limado o
pulido un poco de la corteza que hay detrás de la curva donde empieza el
empeine. Estas cañas tienen mayor respuesta y dan un sonido más brillante y
abierto. Así puedes compensar el efecto de una boquilla demasiado suave u
oscura.
2.- COMO
RECONOCER UNA BUENA CAÑA
Consejos
Si todavía estás buscando la caña perfecta, compra
varias suletas de distintas marcas y durezas y pruébalas todas, teniendo en
cuenta que no hay dos cañas exactamente iguales, ni siquiera las que son de la
misma caja.
¿Qués es lo más importante que hay que tener en
cuenta a la hora de tocar con una caña determinada?. Se supone que ésta debe
permitirte tocar lo que tú quieres tocar, con la mayor facilidad posible.
EXAMINANDO
LAS CAÑAS
Prácticamente en todas las cajas encontrarás cañas
buenas, intermedias y malas. Un exámen cuidadoso puede servir para descartar
las malas con rapidez (de forma general). Por ejemplo, las cañas asimétricas no
te van a ayudar nada a tocar mejor.
La V
El perfil del corte de la caña puede verse
examinándola al trasluz. La caña debe deber ser gruesa en el centro,
especialmente en el área del corazón, y adelgazarse progresivamente hacia los
bordes y la punta. Una caña desigual puede dar pitidos y es improbable que
suene.
Flexibilidad
Pasando cuidadosamente los dedos pulgar e indice por
los bordes, puedes saber si la flexibilidad de la caña es la misma en ambos
lados, como debería ser.
Color
Las lengüetas amarillo verdosas proceden de plantas
jóvenes y no suelen reponder bien. Y si lo hacen, no durarán mucho tiempo. No
las tires; apártalas una buena temporada y pruebala después. El color de una
buena caña varía entre amarillo dorado y amarillo marrón.
La veta y
los nudos
La veta debe ser uniforme en toda la caña, con
fibras densamente apretadas, distribuídas con uniformidad y paralelas entre sí.
Si tiene nudos en el empeine, puede vibrar desigualmente, lo que da un sonido
desigual.
3.- PRUEBA
DE CAÑAS
Los saxofonistas suelen comprar las cañas por cajas,
no para tener para todo el año, sino porque no todas salen buenas. Son como las
manzanas: unas salen mejor que otras, aunque vengan todas del mismo arbol.
Humedad
Para familiarizarse con las cañas que acabas de
comprar, tienes que tocarlas. Humedercerlas primero, porque una caña seca no
vibrará adecuadamente, y si absorbe la humedad mientras tocas, es posible que
se deforme. Aunque se recomienda humedecerlas con la propia saliva, también se
tiende a introducirlas en un vaso de agua tibia, con la punta hacia abajo.
Cristal
Se recomienda guardar las cañas en una supercifie plana,
como por ejemplo, un crital. El cristal ayuda a que la caña se conserve plana y
elimina las ondulaciones o arrugas de la punta. No se dede utilizar plástico,
pues difícil mantenerlo limpio.
Cañas buenas y malas
Aprenderás la diferencia entre las cañas buenas y las
malas con la experiencia. Una caña que resulta buena desde el primer momento
puede que no dure, por ser de una planta demasiado joven y blanda. Por otro
lado, puede que encuentres cañas que sólo suenan bien después de un período de
doma.
Marca las cañas
Otro consejo: pureba todas las cañas y puntúalas, usando
por ejemplo el signo + para las mejores y el signo – para las peores, con tres
niveles entre medias. Separa las cañas buenas para tocar y reserva las malas,
pues pueden mejorar con el tiempo. ¿Y las que parezcan buenas pero le
encuentres algún “problemilla”?. A continuación te explico:
4.- PROBLEMAS QUE SE PLANTEAN
DEBES TENER EN CUENTA:
1.
Sólo hay un sitio que debas evitar: el corazón, espina
dorsal de la caña, marcada con una X en la ilustración.
2.
Los buenos resultados no están garantizados. Incluso
después de dos horas de trabajo, puede que sigas teniendo un trozo de palo
intocable.
3.
Lo que quites se irá para siempre, así que trabaja
despacio.
4.
¿Cuánto es demasiado? Al ajustar la caña piensa en
décimas de milímetro.
5.
Mientras ajustas, tienes que probar los resultados con
frecuencia.
6.
Una caña mediocre puede mejorarse casi siempre. Y si
tienes práctica, también una mala. Para hechar a poerder una buena caña no se
necesita experiencia ninguna.
7.
¿Muchos problemas de las cañas? Prueba otra marca, otra
serie u otra dureza.
8.
Una caña sorda puede suavizar una boquilla demasiado
brillante o ronca, y viceversa.
9.
No te preocupes mucho por una punta ondulada. Las ondulaciones
desaparecerán en cuanto toques un poco, cuando mojes la caña.
10. Hay
libros que tratan más en profundidad este tema uno de ellos es es “El arte de
tocar el Saxofón” de Larry Teal y otro “El ajuste de las cañas en el clarinete
y el saxofón” de José Carlos Luján y Francisco Pérez Aranda (Mundimúsica
Ediciones)
Cañas sordas o chillonas
Unas cañas pitan y otras suenan muy sordas. Unas son muy
duras y otras muy blandas, o son de grosor desigual. O no están bien pulidas
por el lado superior o por el ingerior. Es decir, que hay cañas intocables de
todo tipo. Pero se puede hacer el intento de “ajustarlas”.
5.- EL AJUSTE DE LAS CAÑAS
Tirar cañas es fácil y rápido, pero sale muy caro.
Aprender a ajustarlas lleva tiempo y paciencia. (y un montón de cañas hechadas a
perder). No hay una forma fija de hacerlo;
parece que cada saxofonista tiene su método, pero a continuación te doy
unos cansejos básicos:
El pulido es fundamental
La tabla de la caña debe estar perfectamente pulida para
que cierre la ventana de la boquilla. Si no lo está, púlela pasándola unas
cuantas veces sobre un papel de lija muy suave, que encontrarás en las
ferreterías y puedes colocarlo sobre una superficie plana, como, por ejemplo,
un cristal. Se debe hacer movimientos suaves y unformes a lo largo de la veta
de la caña. No lijes la punta.
Demasiado blanda
Si una caña es demasiado blanda puedes cortar con cuidado
un poco de la punta con un cortacañas. Humedece toda la caña y no cortes nunca
más de 1-1 ½ mm. Suaviza los borde con una lija muy fina, trabajando siempres
hacia el centro de la punta.
Demasiado dura
Una caña que sea muy gruesa no vibrará. Puedes
adelgazarla, comienza en el área 1 ( del esquema de arriba). Ten cuidado por
la caña es muy delgada en esta parte. Si no hay mejora, lima el área 2, y
depués de la 3 y la 4. Rasca siempre los dos lados del empeine para mantener el
equilibrio de la caña.
Demasiado estridente
Las cañas chillonas pueden rascarse en los puntos 3 y 4.
Este proble no es fácil de corregir.
Demasiado sorda
Si la caña es sorda, comienza en el punto 1 y pruba
después en el 3 y el 4, y si sigue fallando pasa al punto 2.
Pitidos
Las cañas que tienden a dar pitidos suelen ser de las
desiguales. Puedes intentar equilibrarlas adelgazando el lado más grueso. Como
podrás imaginar, no es un trabajo fácil. Comprueba con frecuencia tus
progresos; toca primero intentando hacer vibrar sólo el lado derecho de la caña
y cambiando luego al izquierdo. Si el sonido no cambia, es que necesita todavía
más ajustes.
Sigue experimentando
Hay muchas otras formas de ajustar las cañas, y también
muchas herramientas, desde las cuchillas de afeitar ordinarias a racadores y
cuchillas especializadas. La mejor forma de cogerle el tranquillo es seguir
probando, con cañas viejas o con las que tienes pensado tirar.
Portacañas
Si guardas las cañas en un portacañas las proteges y se
mantienen planas al secarse. En alternativa más barata consiste en colocar unas
gomas en un trozo de cristal con los bordes redondeados.
Un cristal
con gomas
Un portacañas
¿Cúanto
duran las cañas?
Las cañas durarán el máximo si sigues estas
sugerencias:
1. Humedecer siempre las cañas antes de tocar y sécalas
después, fratándolas en dirección a la punta.
2.
Pon las cañas nuevas en una superficie plana.
3. Rótalas, no toques siempre con la misma caña. De esta forma alargarás la vida de estas.
4. Algunos saxofonistas sumergen de vez en cuando las
cañas en una solución al 3% de agua oxigenada (en farmacias), para limpiarlas y
darles nueva vida. Enjuágalas bien con
agua antes de voverlas a tocar.
5.
Guarda las cañas en un portacañas adecuado.